Joaquín Pérez Meza/pura-lengua.blogspot.com
El arzobispo de la arquidiócesis capitalina, Rogelio Cabrera López, pregunta ¿qué busca el hombre? y supone que de la respuesta se desprende su proceder, sus sentimientos y sus proyectos.
En su mensaje semanal, Cabrera López presume que sin duda los seres humanos deberíamos estar buscando la felicidad pero -acuña- el problema sería "¿dónde la buscamos? ¿cómo la buscamos? ¿con quién la buscamos?".
Monseñor sostiene que "la felicidad no es algo que venga del exterior, nace en el interior de cada uno. Desde la fe, creemos que esta felicidad la encontramos al entrar en relación concreta y personal con Jesús”.
"La felicidad es un don misterioso que llega a nosotros de modo inexplicable. Es también una actitud que asumimos en la vida, de tal modo que si alguien no quiere ser feliz, nada podrá motivarlo. Pero al mismo tiempo es una decisión que se demuestra en las acciones cotidianas. Es el pecado y nuestra situación humana débil la que nos opaca esta búsqueda y tergiversa el camino" prosigue y finaliza:
"Haciendo el análisis profundo de este fragmento, nos damos cuenta de la urgente necesidad que tenemos de ponernos frente a la verdad para aclarar nuestras circunstancias y dudas. En la búsqueda de la felicidad que está la realización plena del ser humano".
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