JOAQUÍN Pérez Meza/pura-lengua.blogspot.com
El arzobispo de la arquidiócesis capitalina, Rogelio Cabrera reflexiona que "cuando nos detenemos a contemplar el mundo en que vivimos, tristemente, podemos darnos cuenta que muchas de las cosas por las que se optan, son pasajeras" y lamenta que "muchos de los esfuerzos emprendidos, están motivados más por las plusvalías, status, disfrutes, que por la realización plena que se consigue".
"Este tiempo -resalta- en que la economía tanto personal, como familiar, se ve debilitada, en crisis recurrente, seguramente sucede porque todo se proyecta para satisfacer intereses personales que en gran parte son superfluos".
Por lo anterior -plantea- "que la economía, debería ser una acción social que ayude al ser humano a cumplir con la voluntad de Dios, para llevar una vida digna a quien se le ha confiado la administración de todo y de lo que deberá dar cuentas".
En su posicionamiento eclesiástico -argumenta- que "de esta manera nos damos cuenta que cuando la economía se ha resquebrajado, ha sido a causa del egoísmo social y de las prácticas inmorales que no han tenido en cuenta el bien del ser humano y concluye que "nunca hay que olvidar que las cosas materiales son pasajeras y por eso hay que usarlas con responsabilidad".
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