Jaime Arizmendi (cortesía)
Argonmexico / Abatir el hambre en México, es un objetivo con un profundo significado social, que ha asumido la nueva administración federal priista, derivado de su plan rector de democratización de la economía, en el cual embona el impulso al desarrollo social más allá del asistencialismo.
La Cruzada contra el Hambre que pondrá en marcha en Chiapas el presidente Enrique Peña Nieto, este lunes 21 de enero, es un proyecto de la izquierda socialdemócrata latinoamericana, inspirado concretamente por el programa Hambre Cero, completado con el de Bolsa Familia, implementados por el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, durante sus dos mandatos, entre 2003 y 2009.
Tales programas sociales brasileños, se basan en garantizar alimentación y desarrollo a las familias más pobres, con los cuales, según estudios del Banco Mundial (BM), el gobierno de Lula Da Silva sacó de la marginación a más de 20 millones de personas.
Peña Nieto pondrá en marcha una serie de acciones similares enfocadas a la población de mayor marginación, quienes viven en 400 de los 2 mil 500 municipios del territorio nacional, especialmente en entidades como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala y Michoacán.
Se trata de una serie de acciones de respaldo social en el área alimentaria, alejada del perfil de asistencialismo efímero, y con un acento en el impulso al desarrollo de las personas en marginación. Se pondrán en marcha a partir de diagnósticos sobre las necesidades específicas de cada localidad, y las condiciones de nutrición de la población más vulnerable, como son los menores de edad, mujeres, entre ellas embarazadas, y los adultos mayores.
En este marco, se estrena el formato operativo transversal en la administración pública, esto significa que no solamente participará la secretaría rectora que es la de Desarrollo Social (Sedesol), sino otras con responsabilidades asociadas, como las de Salud, Agricultura, incluso, Educación y de la Defensa Nacional.
Condiciones mexicanas
Se trata de un plan prioritario de este nuevo gobierno federal que tomó posesión el 1 de diciembre pasado, el cual responde a la urgencia de comenzar a frenar y revertir el crecimiento de la pobreza y sobre todo, de la marginación extrema.
En el país, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la cantidad de pobres es hoy de 46.2 por ciento de la población total integrada poco más de 112 millones de mexicanos, lo cual representa 52 millones de personas. Asimismo, la cantidad de mexicanos en condiciones de extrema pobreza representa 10.6 por ciento de la población, esto es, 11.7 millones.
El Coneval registró en 2011 que 25 por ciento del total de la población tiene problemas de acceso a la alimentación, por lo que se calcula que en este 2013, hay al menos 30 millones de personas en tales condiciones. Al respecto, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 señala que 70 de cada 100 hogares mexicanos enfrenta algún grado de inseguridad alimentaria.
Recursos
Uno de los principales problemas relacionados con la puesta en marcha de la Cruzada Contra el Hambre, el cual ha sido resaltado por especialistas, es que un proyecto de esa naturaleza tiene un alto costo económico, el cual deberá cubrirse con recursos púbicos, a pesar de que hasta ahora no se ha hecho una reforma fiscal y otra energética, por medio de las cuales pudiera ampliarse el presupuesto federal.
Específicamente para el arranque de los programas sociales anunciados por Pela Nieto para este 2013, se tiene un presupuesto de 30 mil 600 millones de pesos, distribuidos de la siguiente manera: Programa de Apoyo Alimentario, 4 mil 224 millones; Seguro de de Vida para Jefas de Familia, 400 millones de pesos y Pensión para Adultos mayores –de 65 años o más- 26 mil millones de pesos.
Acciones adicionales
El coordinador de los diputados del Partido Verde, Arturo Escobar, principal aliado del PRI en el Congreso, declaró que adicionalmente a los referidos programas sociales de la administración peñista, en materia legislativa habrá otras acciones que se emprenderán con el mismo objetivo de mejorar la calidad de vida de los mexicanos en condiciones de marginación. Indicó que serán reformas para impulsar el crecimiento económico sostenido, marco en el cual se generen empleos y oportunidades de desarrollo social.
Por separado, la diputada perredista Gloria Bautista Cuevas. Presidenta de la Comisión Especial de Asuntos Alimentarios, refirió que los proyectos anunciados por el Presidente Enrique Peña Nieto tendrán un efecto benéfico de llevarse al cabo en la realidad, y mientras no se reduzcan a la distribución de apoyos asistencialistas como en el pasado, lo cual, como ha mostrado la experiencia, no influyen en el desarrollo efectivo de las personas en pobreza.
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