Para el administrativo, la administrativa, todo era, fue, miel sobre hojuelas hasta el 2019 cuando llegó la austeridad republicana, franciscana, el distanciamiento a causa de la pandemia por el Covid-19 y de paso excusas y pretextos: recorte de presupuestos, desvíos de recursos sin comprobar el destino de estos mismos.
Por derechos, usos y costumbres, la mermada asistencia, a la cena baile con motivo al Día del Administrativo que, año tras año, la Subsecretaría de Educación Federalizada, la representación de la DIII4 de la Sección 7 del SNTE y patrocinadores realizaban hasta hace cuatro años, es notoria.
Hasta antes de la pandemia por el Covid-19, la base trabajadora de la Subsecretaría de Educación Federalizada tenía un trato digno y decoroso por la parte oficial y gestiones de representantes sindicales.
En 2019 todavía el Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE) era festejado, celebrado, reconocido, estimulado con bombos y platillos, pero, del año 2020 a la fecha, administrativos y administrativas no se les festeja como reyes ni súbditos, súbditas, mucho menos príncipes ni princesas.
El declive de categoría al Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE) es, cada vez más proclive.
La desangelada concurrencia se debe a diversos factores: falta de liderazgo real y gestión administrativa oficial y sindical, disponibilidad política, representatividad democrática, empatía laboral, egoísmos personales, entre otros.
Con bases y fundamentos, sin criticar por criticar, pero la acostumbrada y tradicional cena baile se ha visto desmejorada, desvirtuada, perdió su esencia: ya no es exclusiva de la base trabajadora, por el contrario, hoy es de familiares y amigos, incluso de gente ajena, sin rifa de regalos, culpando a terceros.
El derroche y la opulencia quedaron atrás, pues; es cosa del pasado, la época de oro.
Aquellos años maravillosos son recuerdos hoy.
Todo era viento en popa cuando lo más mínimo que se rifaba eran celulares, vales de Liverpool, o 500 pesos en efectivo.
A la base administrativa de la Subsecretaría de Educación Federalizada no se le engaña con discursos salameros como el que llevó José Francisco Oliva Gómez, subsecretario de planeación educativa estatal, a nombre de Rosa Aidé Domínguez Ochoa, aún titular de la educación en Chiapas.
La noche de gala por el día del administrativo prácticamente acabó sin rendición de cuentas de nadie y la desvío de dinero continúa con argumentos falaces institucionales por corruptos funcionarios.