Por primera vez, en la historia del sindicalismo magisterial, se declaran la guerra y se disputan el poder por las secciones 40 y 7 del SNTE en Chiapas.
No cabe duda que, es apocalíptico y catastrófico, de lo que sigue y viene, y de lo que tienen que llegar a hacer los aspirantes de ambos bandos para ganarse la simpatía, la empatía, la conciencia, el liderazgo de las bases trabajadoras.
Iban a ser 6 pero sólo 5 candidatos, con sus respectivas planillas, lograron reunir los requisitos y cumplieron en tiempo y forma la solicitud de registro aprobada, respaldada y avalada por la representación del Comité Nacional Electoral del SNTE.
Todo puede, y no pasar, desde del arranque de la competencia desleal mediante un proceso electoral amañado orquestado por corruptos y empañado por la compra de conciencia, dignidad, unidad.
Y es que, a fin de mal lograr intereses perversos en los que participan quienes creen estar en la ruta correcta, la realidad es todo lo contrario.
Con la elección de los nuevos secretarios generales de los Comités Ejecutivos Estatales de las seccionales sindicales magisteriales mencionadas, está en juego el futuro a largo plazo de la vida laboral, conquistas, prestaciones y demás beneficios del sector educativo.