Integrantes de diversas planillas con aspiraciones a dirigir el Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma de Chiapas (Staunach), denunciaron al secretario general Hugo Armando Aguilar Aguilar de intervenir en el proceso interno, coaccionando el voto de los trabajadores a favor de Abinadat Pérez Hernández de la planilla azul.
De acuerdo a los denunciantes el secretario general de la UNACH está engañando al rector Jaime Valls Esponda de que es con la planilla azul que encabeza Abinadat Pérez, con quien la institución podrá trabajar y negociar sin chistas todo contrato colectivo de trabajo o convenios que se tengan que llevar a cabo entre las partes.
Aseguran que ya desde este momento Hugo Armando y Abinadat –es nombre no apodo-, ya están negociando no a favor de los trabajadores sino para sus propios intereses.
De esta forma ambos personajes están violando la ley, pues ni uno ni otro puede entrar en negociaciones porque la elección apenas se realizará, en tanto que los dos interesados ya se “lamen los bigotes” con los jugosos negocios que realizarán si se salen con la suya.
Existe tanto intereses entre amabas partes y el contubernio es tal que están cotizando los votos de los trabajadores entre 350 y 500 pesos, de ahí que los contendientes de las otras planillas se preguntan qué es lo que habrán negociado para que estén empecinados en ganar a costa de los intereses de la clase trabajadora universitaria.
Los inconformes con la intromisión de un funcionario universitario a favor de la planilla azul exigieron respecto al proceso electoral sindical y que Hugo Armando Aguilar saque las manos del proceso y que deje elegir libremente al sindicato a su comité que los representará en los próximos años.
También pidieron al Rector Jaime Valls en gira de trabajo por los campus universitarios de la UNACH en el interior del estado que pongan orden para evitar se corra el riesgo de reventar la elección el próximo 18 de enero, y quede como un antecedente negro en esta nueva administración que desde su inicio se ve que ha tenido un buen comienzo.
Los inconformes señalan también la gran corrupción que impera en la máxima casa de estudios desde la administración pasada muy marcada con la venta de plazas, suspensión de pagos en algunos rubros, así como el sostenimiento de “parásitos” –más de medio centenar- de “aviadores”, de esos que no hacen nada y que se presentan cada quincena a cobrar, situación que daña a la institución y que son protegidos del mismo Hugo Armando Aguilar.
Aseguran que ya desde este momento Hugo Armando y Abinadat –es nombre no apodo-, ya están negociando no a favor de los trabajadores sino para sus propios intereses.
De esta forma ambos personajes están violando la ley, pues ni uno ni otro puede entrar en negociaciones porque la elección apenas se realizará, en tanto que los dos interesados ya se “lamen los bigotes” con los jugosos negocios que realizarán si se salen con la suya.
Existe tanto intereses entre amabas partes y el contubernio es tal que están cotizando los votos de los trabajadores entre 350 y 500 pesos, de ahí que los contendientes de las otras planillas se preguntan qué es lo que habrán negociado para que estén empecinados en ganar a costa de los intereses de la clase trabajadora universitaria.
Los inconformes con la intromisión de un funcionario universitario a favor de la planilla azul exigieron respecto al proceso electoral sindical y que Hugo Armando Aguilar saque las manos del proceso y que deje elegir libremente al sindicato a su comité que los representará en los próximos años.
También pidieron al Rector Jaime Valls en gira de trabajo por los campus universitarios de la UNACH en el interior del estado que pongan orden para evitar se corra el riesgo de reventar la elección el próximo 18 de enero, y quede como un antecedente negro en esta nueva administración que desde su inicio se ve que ha tenido un buen comienzo.
Los inconformes señalan también la gran corrupción que impera en la máxima casa de estudios desde la administración pasada muy marcada con la venta de plazas, suspensión de pagos en algunos rubros, así como el sostenimiento de “parásitos” –más de medio centenar- de “aviadores”, de esos que no hacen nada y que se presentan cada quincena a cobrar, situación que daña a la institución y que son protegidos del mismo Hugo Armando Aguilar.