Es muy difícil contenerse o guardar mesura cuando trastocan nuestro egoísmo, intereses o derechos. Se toma la decisión con libertad y valentía y ya. No se puede aguantar más y punto. No hay de otra, o se queda uno, con la otra. Es, entonces, cuando se rompen reglas y se violan normas, incluso, personales.
En mi caso, había dicho, pensando, planeado, desconectarme y no publicar los fines de semana, pero por razones de fuerza mayor como: respeto a mis contactos, público seguidor, familiares y amigos, me vi en la obligación necesaria de estar al tanto, aunque mi salud mental resulte dañada.
No me considero mitotero aunque así me considere alguno pero...viendo cómo nos hacemos pedazos un@s a otr@s por tal o cual situación, es menester recordar las enseñanzas, los aprendizajes y las lecciones que nos da la vida y la misma humildad.
¿Qué nos enseña, qué estamos aprendiendo o qué lección nos está dando las crisis de diversas índoles a nivel mundial? ¿Dónde estos parados? ¿Quiénes somos? ¿En qué nos hemos convertido? ¿Dónde está o tenemos o hemos puesto a Dios? ¿Qué ha sido de nuestras vidas? ¿Somos constructivos o destructivos?.
Siempre es tiempo de reflexionar, reinventarse, evolucionar, corregir, mejorar, reiniciar, replantear, reprogramar. Nunca es tarde, mínimamente, para volver a uno mismo. Empezar por cambiar primero nosotros antes de pretender cambiar a los demás. Es cuanto, presidente, es cuanto, pueblo.
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